- ¿Qué haces escribiendo? ¿No tienes nada que hacer?
La yaya Sagrario era de Ventas con Peña Aguilera, provincia de Toledo, y la guerra había matado a su novio, un miliciano del Frente Popular llamado Emiliano. Ella no tuvo ya ojos para otro hombre alguno. Sagrario era honesta y leal. Entregó su vida a nosotros y entre nosotros murió. De ella aprendí que no siempre los vencedores llevan razón.
Siempre sacas alguna de tus historias y le das tu realce particular, interesante vida la tuya Manuel.
ResponderEliminarBesicossssss
Ni los vencedores, ni los buenos...
ResponderEliminarQue sitio tan agradable para escribir, aunque le pongas ese nombre "remordimiento español" y que niño tan dulce que vino a convertirse en el encanto que hoy eres...
He vivido esa misma experiencia, en carne ajena, la de mi marido, la María que le crío, que crió a su madre y que me enseñó a cocinar. Bs.
ResponderEliminarEn días de lluvia recordando el ayer con nostalgias del corazón, como un niño grande....
ResponderEliminarBesos de MA para ti amigo Manuel M.
Lapidaria frase final. Así que, a falta de cosa más de provecho que hacer, sigamos escribiendo. Aunque sea sólo por llevar la contraria. Besos.
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