miércoles, 4 de abril de 2012

¿Qué haces escribiendo?




A los quince años, hace tantísimo tiempo, escribía yo acerca de mis cosas en el despacho paterno que, no hace falta jurarlo, era de puro estilo "remordimiento español". Entró sin llamar, según su costumbre, la yaya que nos había criado a los nueve hermanos y me preguntó:

- ¿Qué haces escribiendo? ¿No tienes nada que hacer?

La yaya Sagrario era de Ventas con Peña Aguilera, provincia de Toledo, y la guerra había matado a su novio, un miliciano del Frente Popular llamado Emiliano. Ella no tuvo ya ojos para otro hombre alguno. Sagrario era honesta y leal. Entregó su vida a nosotros y entre nosotros murió. De ella aprendí que no siempre los vencedores llevan razón.

5 comentarios:

  1. Siempre sacas alguna de tus historias y le das tu realce particular, interesante vida la tuya Manuel.
    Besicossssss

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  2. Ni los vencedores, ni los buenos...

    Que sitio tan agradable para escribir, aunque le pongas ese nombre "remordimiento español" y que niño tan dulce que vino a convertirse en el encanto que hoy eres...

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  3. He vivido esa misma experiencia, en carne ajena, la de mi marido, la María que le crío, que crió a su madre y que me enseñó a cocinar. Bs.

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  4. En días de lluvia recordando el ayer con nostalgias del corazón, como un niño grande....

    Besos de MA para ti amigo Manuel M.

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  5. Lapidaria frase final. Así que, a falta de cosa más de provecho que hacer, sigamos escribiendo. Aunque sea sólo por llevar la contraria. Besos.

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