( ilustración de Jeremy Lipking )
Un multimillonario guapo, inteligente
y calavera, que nos consienta hasta echarnos a perder y nos regale “manolos” y
“jimmy choo´s” y… una casa en Toscana.
Un poeta que nos desnude y nos lleve
de la mano descalzas al fin del mundo.
(Si no podemos conseguir un hombre
como papá, mejor los dos.)
Los vestidos de Fortuny.
Una casa llena de luz donde cuidar
nuestro amor, nuestros hijos y nuestros amigos.
El mueble zapatero de Imelda Marcos.
Leer y soñar. Olvidar los libros y
los sueños y vivir.
Zafiros, brillantes, perlas.
Peonías, jazmines, violetas, rosas
antiguas.
Una piel suave y tentadora con un
corazón capaz de pecar y perdonar.
Alegría, gratitud y un hijo vividor y
tarambana que diga que quiere una madre virgen.
-Estos son los deseos de mi amiga Vera, en réplica a los que formulé cuando cumplí años-
NOTA BENE: El editor desea advertir que esta entrada
puede herir
la sensibilidad de personas sin sentido del humor. Y
del amor.
Los deseos de su amiga Vera son dignos de una mujer con mayúsculas, diría yo.
ResponderEliminarComparto algunos en demasía y otros no tanto, aunque todos al final...pero ay, si me fueran concedidos los que más.
Besos de madrugada en sábado.
Y ole con ole y ole, que vivan los deseos de Vera, una mujer que sabe lo que quiere en la vida y así por escrito lo pide sin tapujos.
ResponderEliminarUn abrazo doble de MA para los dos, en este primero de mes de octubre.
Feliz fin de semana amigo Manuel.
No vamos a "picar muy alto" pero sobre todo que sea simpático,inteligente, buen mozo y rico, que no olvide mi cumpleaños, que me acompañe de tiendas, cargue con las bolsas y pague los gastos.
ResponderEliminarNo importa que no renuncie al fútbol, que no sepa colocar un enchufe y manejar un taladro o que no entienda que mis cambios de humor son hormonales, pero me asalta una duda Manuel, dígame usted para que quiero unos "manolos" si el poeta me va a llevar al fin del mundo descalza. Me lo explique, como decía Macario. ¡qué risa!
¡Qué razón llevas, querida Loli Salvador! Mi amiga Vera se refiere, intuyo, a que en el fin del mundo, también llamado La Conchinchina, por la noche los indígenas dan unas fiestas salvajes y las turistas se ponen de tiros largos...¡Qué risa, tía Felisa!
ResponderEliminarLo que le apetece a Ofelia: ¿Todo mejor? ¡Ay, esas madrugadas sabatinas! ¡Ánimo, chata!
ResponderEliminarMA, te devuelvo el abrazo en nombre de Vera y en el propio...¡Mujeres, quién os entiende!
ResponderEliminar-Un susurro a media noche
ResponderEliminar-Un trocito de luna para desayunar
-La noche despojándome de mi vestimenta
-Al amanecer recordar el sueño más erótico
-Una carta escrita en papel y lápiz
-Una conversación con la mirada
-Un poema escrito para mi...
Utopías de mi cabeza, en fin... los deseos de Vera son mas tangibles.
Que se te cumplan, mujer!
Un beso para ti, Manuel.
Mediterráneo, tus deseos son ¡tan poéticos! Manuel Machado escribió:
ResponderEliminar"Mi voluntad se ha muerto en una noche de luna..."
Besos lunáticos.
Manuel muchas gracias por comapartir tu poesía conmigo. he llegado aquñi siguiendo tu mensaje.
ResponderEliminarQue tengas un lindo dia
Un abrazo en la distancia
Gloria Cuillo
Una piel suave y tentadora con un corazón capaz de pecar y perdonar.
ResponderEliminarEs mi favorita