como son frescas,
riénse las fuentes
tirando sus perlas
a las naranjicas
que están más cerca
¡cantan los ruiseñores,
retumba el campo!
Mi aprecio krausista por la naturaleza ha adaptado ésta canción de Lope a mi foto.
Una íntima luz de memoria y olvido
Hubo un tiempo en que las hortensias vivían en sus matas. Y el champagne lo bebían las señoritas de alterne en cabaretes y boites. Hoy los decoradores emputecen las mansiones de los nuevos ricos con melindres contra natura.
