
con quien tanto reí, jugué y bebí.
Amó mucho y mucho fue amado y, de repente,
bien temprano, un manotazo duro,
un golpe helado, a tierra le derriba sin cuidado.
¡Tanta vida y jamás ya!
¡Déle Dios buen galardón!
¡Tanta vida y jamás ya!
¡Déle Dios buen galardón!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarINADVERTIDAMENTE ELIMINÉ, POR ERROR, EL COMENTARIO QUE TRANSCRIBO AHORA Y QUE RECIBO DE HELENA DE TROYA: "Muy bonito y sentido el poema. Me encantan las fotos y textos de su nueva andadura literaria" PIDO EXCUSAS...
ResponderEliminarANTONIO ME SUGIERE QUE PUBLIQUE EN SU NOMBRE EL SIGUIENTE COMENTARIO:
ResponderEliminarEntré a tu blog de cuentos y me soprendió gratamente ver la gran facilidad y versatilidad que das a tu escritura.
Leí tus peripecias con el "compañero" Fidel, la historia de la familia en Granada, tus andanzas por Dinamarca, etc.
Me gustó tu dedicatoria a Rafael.
En el postrer responso por mi amigo Rafael, que en gloria esté, su familia leyó estos versitos que brotaron de los vientos de mi alma.
ResponderEliminarAmen. Descanse en paz Rafael.
ResponderEliminarBonita y sentida dedicatoria del poema, escrito con con el alma, recordando su amistad.
Las flores dan una nota de paz, entre tanto dolor.
Besos , versos y flores.
MA.
El blog de MA.
Acabo de ver este post, me lo había perdido.
ResponderEliminar¿No era Miguel quien escribe y Ramón el que muere? Y además de manotazo, fue empujón y hachazo. En fin, debo andar confundida con otra Elegía.
Bss