El último día del verano el sol con su luz inmensa inunda todo desde el cielo, cual rayo divino ,con su mágica luz ,calor y color y aura nos arropa. Es el día que más se disfruta de la libertad con otros soles de la tierra siendo pájaros libres y alzando el vuelo ya cada mochuelo a su nido. Por ser el último día la paz llega al alma para entrar en otra estación donde ya sus fuerza merma.
A cuantas personas escribimos nos viene estupendamente que nuestros improbables lectores nos hagan llegar los ecos e impresiones que nuestra escritura provoque en ellos. A tal fin, reseño aquí la dirección de mi correo: manuel.t.rojas@gmail.com
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Me gusta la foto, y el poema, en la sencillez de estos instantes, existe algo, bien grande.
ResponderEliminarBesos Manuel
El último día del verano el sol con su luz inmensa inunda todo desde el cielo, cual rayo divino ,con su mágica luz ,calor y color y aura nos arropa.
ResponderEliminarEs el día que más se disfruta de la libertad con otros soles de la tierra siendo pájaros libres y alzando el vuelo ya cada mochuelo a su nido.
Por ser el último día la paz llega al alma para entrar en otra estación donde ya sus fuerza merma.
Abrazos de MA para ti amigo.
La fotografía es absolutamente maravillosa y tu texto me sabe a gloria.
ResponderEliminarUn conjunto perfecto.
Besos mil.
Vuelvo otra vez, para darte un abrazo de corazón, tu comentario, bálsamo y bendición.
ResponderEliminarMil gracias Manuel Mª