A mí me hubiera gustado ser catedrático de biomecánica vertebral en el departamento de quinesiología de la universidad de Waterloo. Y así tener tiempo de escribir un tratado contra los filósofos libertinos, los descreídos, los epicúreos, los peripatéticos y los estoicos. Un docto tratado contra mí mismo. ¡Mecachis en diez!
Escribir no cuesta dinero
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Escribir es la cosa más libre y barata que existe, aunque encorsetarse y
encarecerse si te apuntas a un taller de escritura.
En los tiempos que corren...
Amigo Manuel todavía, no es tarde si quieres puedes ser lo que tú quieras ser.
ResponderEliminarUn abrazo de MA para ti estimado amigo.
Pero con ánimo de realizar una curación?.
ResponderEliminarNa!... déjales com están si no sirven para demasiado (que conste que te excluyo)
Un beso "docto"
¡Gracias, querida Mari Ángeles! Supongo que sí, me temo que no. Abrazos.
ResponderEliminarQuerida María, no me excluyas, que el tratado irá contra mi mismo ¡Faltaría menos! Abrazos.
ResponderEliminarNo seas ególatra, corazón!
ResponderEliminarEgólatra, egocentrista, pero...jamás egoísta.
ResponderEliminarPues no, no hubiera estado nada mal.
ResponderEliminarUn cordial saludo
¡Gracias Mercedes! Siempre estamos a tiempo. Saludo grato ánimo.
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