A mí me gusta la tierra de labranza tanto si es de pan llevar, como si es de vega. En la Granada de hoy ya no queda vega pues han sustituido los pimientos, habas y berenjenas por torres muy altas y muy requetefeas.
Me cuesta ir a Granada pues a ella llego melancólico, en ella me vuelvo iracundo, los recuerdos de mis muertos me persiguen y, dos o tres días después, tengo que salir de allí o hinco el pico.− ¿A qué huele lo sagrado? pregunté al poeta haijin.
− Lo sagrado huele a este mundo, me contestó.
Venezia, sin embargo, huele agrio a causa de su laguna y de la explotación intensiva de su turismo.
Si algún día vienes a mi tierra, te llevaré a un rinconcito, en un monte, que todavía huele a sagrado.
ResponderEliminarTU TIERRA ES MI TIERRA, ES NUESTRA TIERRA...POR ESO ME DUELE QUE SEA LACERADA. SÍ, IRÉ A GRANADA, CON EL SOL DE INVIERNO, A CONOCER ESE RINCONCILLO QUE ¡AÚN! HUELE COMO MI INFANCIA Y SUS DESEOS. ¡GRACIAS! ERES MUY GENTIL, MI AMABLE Y DESCONOCIDA LECTORA. A TUS PIES
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